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La candileja

Botánica

Paseando por prados, matorrales secos degradados, bosques poco espesos o simplemente en las lindes de los caminos es fácil encontrar en esta época una hierba alta, la candileja (Tapsia villosa L.), de la familia que antes se conocía como umbelíferas y que ahora se llama apiáceas.

Etimológicamente, Tapsia procede del griego Thapsos, Thapso, ciudad y península siciliana, hoy llamada Magnisi, en la provincia de Siracusa, donde según Dioscórides fue encontrada por vez primera, aunque probablemente se refería a otra planta de la misma familia, T. garganica L.. Por otro lado, villosa viene de villus, pelaje, vellosidades; o bien de vellus, lana esquilada, en referencia a la abundante pilosidad de sus hojas.

Conocida también como zumillo y cañaguerra, la candileja es una robusta hierba perenne que puede alcanzar 1 metro de altura, a veces más. En la base de un tallo esbelto se encuentran las hojas, muy divididas en lóbulos y vellosas por ambas caras. Su contorno es triangular y se asemeja a un helecho. No hablaremos de flores, sino de inflorescencias en forma de umbelas esféricas, la central grande, y más pequeñas las laterales, que con frecuencia solo contienen flores masculinas que pronto se marchitan y se pierden, lógicamente sin fructificar. Las flores, de pétalos amarillos, son muy frecuentadas por los insectos.

El fruto, de contorno elíptico y provisto de costillas laterales, dispone también de cuatro alas, paralelas dos a dos, que intervienen en su dispersión por el viento (a esto le llaman los botánicos anemocoria). Una vez que fructifica, la planta se seca perdiendo la parte aérea, pero en otoño comienzan a aparecer nuevas hojas y se inicia un nuevo ciclo.

La raíz tiene forma de nabo, de hasta 4 cm de diámetro, muy robusto y de color blanquecino, tan vigorosamente asentada en el suelo que resulta difícil arrancarla entera. Según recoge Quer en su Dioscórides renovado, "si se corta de través, de toda la parte correspondiente a la corteza rezuman numerosas gotitas de un látex blanco, pronto confluentes. Este humor extravasado tiene sabor amargo y cierto aroma. En contacto con el aire se espesa y se convierte en una masa pegajosa que se estira, que forma hilos cuando se tira de ella; echado al agua, la vuelve lechosa".

Aunque tiene ciertas propiedades purgantes, especialmente su raíz, es una planta tóxica, hasta el punto de ser utilizada en algunos lugares para impregnar las aguas de los ríos al objeto de atontar a los peces y atraparlos más fácilmente. Sus efectos violentos y vomitivos la hacen poco recomendable para su consumo. Se dice que es un potente veneno para los conejos. No obstante, usada como cataplasma, parece tener buenos resultados contra el reumatismo. Sus frutos son utilizados como cominos rústicos. Por su naturaleza similar al corcho, el tallo es utilizado ocasionalmente como flotador o corcho para pescar.