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Blog

Una mosca policía

Fauna

Fue caminando por el entorno de la Dehesa de San Miguel, por encima de la hoz, este mismo invierno. A un lado del camino estaba el cadáver de una res, posiblemente de una oveja, pues no lejos de allí hay algunos corrales en medio del monte. Al detectar un leve movimiento, me acerqué con la cámara y disparé, descubriendo un insecto raro, yo al menos no lo había visto nunca, provisto como iba de una especie de escafandra de color naranja. Le he dado vueltas y vueltas a la imagen, sin resultado, vamos, que me tenía mosqueado, hasta que he escrito en el buscador “insectos necrófagos” y lograr, según creo, su identificación. Parece que se trata de Thyreophora cynophila, una especie de mosca que se consideraba extinta desde hace 160 años. Su existencia era conocida exclusivamente en el centro de Europa, y en la Península Ibérica no se había citado antes de 2010.

En noviembre de ese año algunos medios de comunicación se hicieron eco del hallazgo por un grupo de investigadores del Instituto Universitario de Investigación en Ciencias Policiales de la Universidad de Alcalá (IUICP). Su interés para ellos radica en que podrían ser útiles como indicadores forenses, algo así como un agente del CSI. Y es que nuestra mosca “es una especie que se alimenta de cadáveres en estado de descomposición muy avanzados, preferentemente de la médula de los huesos en los restos esqueléticos, por lo que podría ofrecer a los forenses una información que pocos insectos podrían dar”. El caso es que la mosca resulta de gran utilidad para la policía en el estudio del envejecimiento de cadáveres y el tiempo de la muerte, pues no colonizan a los cuerpos hasta tres a seis meses después de la muerte.

La Thyreophora cynophila es una mosca de aspecto muy extraño y colorido, con la cabeza de color anaranjado y un punto negro entre los dos ojos. Fue descrita en 1794 por el entomólogo alemán Georg Wolfgang Franz Panzer que la capturó en el cadáver de un perro en los bosques de Mannheim, y capturada después en Francia y Austria. Se trata de una mosca de hábitos nocturnos que se alimenta de carne en descomposición durante los meses de invierno. Al parecer, su llamativa cabeza puede brillar en la oscuridad. Llamada “capitán del hueso”, fue vista por última vez en los años cuarenta del siglo XIX.

Analicemos su nombre científico. Thyreo es un prefijo griego que significa escudo, con forma de escudo; procede del término thyre, mantener cerrado. De aquí deriva, por ejemplo, la palabra tiroides (del griego thyreoeidí̱s, con forma de escudo). Por su parte, phora procede del griego phero, algo así como llevar, portar. Tal vez haga referencia a la peculiar escafandra que tiene la mosca por cabeza. En cuanto al específico, digamos que cyno procede del griego kynós, perro; y phila viene también del griego phílos, amigo, aliado, adicto. ¿Vamos atando cabos?

Calificada como “mítica” por los propios entomólogos, se sabe poco de sus costumbres, pero sí que es sarcosaprófaga, es decir, especializada en alimentarse y reproducirse en la médula de los huesos de los mamíferos muertos. Esta gran especialización es al mismo tiempo su gran problema, pues su práctica desaparición coincidió con la disminución de cadáveres de animales abandonados durante la Revolución Industrial, ya que eran tratados de forma que dejaban menos restos a los necrófagos. Por cierto, hay un queso típico en la isla de Cerdeña que se llama casu marzu, que en lengua sarda significa “queso podrido”, porque está infestado de larvas vivas de esta mosca. Lo que estas larvas hacen en el queso no es plato de buen gusto.

Cabría preguntarse por qué esta mosca ha estado tanto tiempo en la sombra, cuestión que puede entenderse si tenemos en cuenta que la recolección y estudio de insectos suele hacerse en tiempo no invernal, que es cuando medra. Tampoco es habitual hurgar en los cadáveres de animales para estudiar a sus habitantes.

En fin, que tenemos entre nosotros a un insecto que ha regresado de los límites de la extinción, y podemos alegrarnos por ello. Aquí dejo un vídeo que describe un hallazgo anterior en La Rioja: