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Nosotros, las gentes del bosque
El año 2019 podrá pasar tristemente a la historia como uno de los que ha registrado los más devastadores incendios forestales en el mundo. Probablemente habremos de lamentar que más del 80% de la superficie quemada cada año en Europa se concentre en Portugal, España, Francia, Grecia, Italia y Turquía, especialmente en los dos primeros países, que la mano del hombre está detrás del 96% de los incendios, ya sea por negligencia o de forma intencionada, o que ya se empieza a hablar de superincendios o incendios de sexta generación. Pero otras zonas del planeta no se quedan atrás en lo que se refiere a demoledores y catastróficos incendios. Es el caso de la Amazonia, el centro de África, Siberia o Alaska.
No trataremos de insistir en la importancia de los bosques para la biodiversidad, en sus beneficios sociales, económicos o culturales, en los millones de personas que viven en y del bosque. Deberíamos simplemente realizar un esfuerzo de empatía global para descubrir qué puede sentir cualquiera de esos pueblos que están viendo cómo desaparece su modo de vida mientras los países civilizados del mundo se cruzan de brazos. Tal vez pondrían en evidencia nuestra insensibilidad y lentitud de reflejos ante lo que se nos viene encima, a todos, por mucha distancia que medie entre un desastre y nuestro relajado estilo vital. Es posible que cualquier habitante de uno de esos bosques del mundo que tan lejanos creemos nos diría algo parecido a lo que sigue.
Tú destruyes nuestras tierras, envenenas el planeta y siembras la muerte, porque estás perdido. Y pronto será demasiado tarde para cambiar. Durante muchos años, nosotros, las gentes del bosque, hemos estado advirtiendo sobre los daños que has causado a nuestro entorno. Lo que estás haciendo cambiará el mundo entero y destruirá nuestro hogar, y también destruirá el tuyo.
Hemos dejado de lado nuestras diferencias para unirnos. Muchos de nuestros pueblos se enfrentaban, pero ahora estamos juntos, luchando juntos contra nuestro enemigo común. Y ese enemigo común sois tú y las gentes que han invadido nuestras tierras y ahora están quemando incluso esos pequeños reductos de los bosques donde vivimos que nos has dejado.
Te pedimos que detengas lo que estás haciendo, que detengas la destrucción de la Tierra. Cuando cortas los árboles, asaltas la memoria de nuestros antepasados. Cuando buscas minerales, atraviesas el corazón de la Tierra. Y cuando viertes venenos en la tierra y en los ríos debilitas a las plantas, los animales y el suelo que pisamos. Cuando debilitas la tierra así, comienza a morir. Si la tierra muere, si nuestra Tierra muere, ninguno de nosotros podrá vivir.
¿Por qué haces esto? Dices que es para el desarrollo, pero ¿qué tipo de desarrollo quita la riqueza del bosque y la reemplaza con solo un tipo de planta o un tipo de animal? Donde el bosque alguna vez nos dio todo lo que necesitábamos para una vida feliz, toda nuestra comida, nuestras casas, nuestras medicinas, ahora solo hay soja o ganado. ¿Para quién es este desarrollo?
¿Por qué haces esto? Podemos ver que es así para que unos pocos puedan obtener una gran cantidad de dinero. Bien podríamos llamar a su dinero “papel triste”, porque es algo muerto e inútil, y solo trae daño y tristeza. Cuando tu dinero llega a nuestras comunidades, a menudo causa grandes problemas, separando a nuestra gente. Y podemos ver que hace lo mismo en tus ciudades, donde lo que llamas “personas ricas” viven aisladas de todos los demás, temerosos de que otras personas vengan a quitarles su “papel triste”. Mientras tanto, otras personas mueren de hambre o viven en la miseria porque no tienen suficiente dinero para conseguir comida para ellos y sus hijos.
Pero esas personas ricas morirán, como todos moriremos. Y cuando sus espíritus se separen de sus cuerpos, estarán tristes y sufrirán, porque mientras estuvieron vivos hicieron sufrir a muchas otras personas en lugar de ayudarles, en lugar de asegurarse de que todos los demás tuvieran suficiente para comer antes de alimentarse.
Tienes que cambiar tu forma de vida porque estás perdido, has perdido tu camino. Parece que solo conoces el camino de la destrucción y de la muerte. Para vivir debes respetar el mundo, los árboles, las plantas, los animales, los ríos e incluso la mismísima tierra. Sin ellos la Tierra morirá, la lluvia se detendrá y las plantas alimenticias se marchitarán y morirán también. No olvides que tú y yo, todos, somos parte de ese conjunto que forman los seres vivos y la Tierra donde vivimos.
Todos respiramos el mismo aire, todos bebemos la misma agua. Vivimos en este planeta. Necesitamos proteger la Tierra. Si no lo hacemos, vendrán grandes vientos y destruirán el bosque.
Entonces sentirás el miedo que nosotros sentimos ahora.
Los incendios, allá donde se produzcan, son extraordinariamente preocupantes y dañinos para los sistemas de soporte de vida natural del planeta, están degradando el sumidero de carbono terrestre más grande del mundo, y contribuyen a un aumento alarmante de la deforestación. En un momento en que el mundo necesita miles de millones más de árboles para absorber carbono y estabilizar el clima, a todos nos vendría muy bien construir una nueva relación con la naturaleza.