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Blog

Una exploración épica

Historia

Desapareceré y no estaré más,
pero la tierra que ahora merodeo
se quedará y no cambiará.

Anónimo indio omaha

 

En 1955 Fred McMurray, Charlton Heston y Donna Reed protagonizaron una película —The Far Horizons, traducida aquí como Horizontes Azules— que pronto encasillaríamos en la categoría de “Oeste”, aunque en realidad quiso ser un relato histórico sobre la expedición realizada en 1804 por Meriwether Lewis y William Clark para explorar el territorio de Louisiana, recién adquirido a Francia por el presidente Jefferson. Sin embargo, la película, con bellos y grandiosos escenarios, no fue lo que debió ser porque no reflejó la realidad del viaje, alterando los sucesos para darle un toque más comercial. Sirvan estas líneas para poner las cosas en su sitio.

A comienzos del siglo XVIII el río Mississippi era la frontera natural del territorio de Estados Unidos, que el presidente Thomas Jefferson duplicó tras la compra de Louisiana a Napoleón Bonaparte. Louisiana se extendía entonces desde la desembocadura del Mississippi, en el Golfo de México hasta la frontera con Canadá, un rosario de valles, bosques, montañas y ríos prácticamente sin explorar. Era necesario cartografiarlo y conocer a las tribus indias que lo poblaban, de modo que Jefferson nombró a su secretario personal, el capitán Lewis, para dirigir tamaña empresa, y este eligió como segundo a su amigo, el teniente William Clark. Y comenzaron su épico viaje en mayo de 1804 saliendo desde Saint Louis (Missouri).

 

 

En Dakota conocieron a Sacagawea, una india de 16 años casada con un trampero llamado Toussaint Charbonneau, que se convirtió en guía de la expedición. El objetivo personal de Sacagawea era regresar con su tribu, de la que había sido raptada diez años antes. Esto también se cuenta en la película, así como el encuentro del grupo con su tribu, completamente amistoso y pacífico.

 

Lewis, Clark y Sacagawea

 

Los trabajos de cartografía y catalogación de especies continuaron sin novedad. Lewis y Clark descubrieron o describieron cuidadosamente por primera vez al menos siete especies de mamíferos de las grandes praderas, incluidos el berrendo, el oso grizzly, el zorro veloz o cometa, el perro de las praderas de cola negra, la liebre de cola blanca y el ciervo mulo. Varias aves que representan nuevos géneros fueron descritas por primera vez, incluyendo el urogallo de salvia común, el chotacabras pachacua, el arnoldo de McCown, y el pájaro carpintero de Lewis. Numerosas especies de reptiles, peces, aves y mamíferos, algunas de ellas conocidas, pero escasamente documentadas, fueron descritas con celo por Lewis y Clark. Una cantidad sorprendente de las plantas que recolectaron eran especies que los nativos conocían por sus propiedades medicinales u otras propiedades funcionales y, por lo tanto, eran muy familiares y muy apreciadas. La mayoría de esas plantas ahora solo se consideran malezas, y ninguna aparece como amenazada o en peligro de extinción.

 

 

En el transcurso de la expedición, el grupo vivió de la tierra, matando y comiendo casi todo lo que fuera apto para el consumo humano. Estos detalles no se cuentan en la película, que sí recoge un inexistente romance entre Clark y Sacagawea o numerosos enfrentamientos con los indios. Es cierto que la expedición tuvo encuentros hostiles con algunas tribus indias en su viaje de regreso, pero no tantos que pudieran eclipsar el intenso y fructífero trabajo científico de Lewis y Clark. Pero, claro, si la película se hubiera centrado en los estudios científicos, habría sido bastante aburrida. Para cuando la expedición llegó a lo que es ahora el oeste de Montana a fines de julio de 1805 y estaba a punto de desafiar a las Montañas Rocosas, ya había explorado y descrito cuidadosamente unos 4.000 kilómetros del Valle de Missouri desde que abandonaron el río Mississippi, una tarea que por sí misma representa un esfuerzo épico. Cuando el grupo regresó a fines de septiembre de 1806, Lewis y Clark habían hecho más descubrimientos de paisajes, ríos, culturas nativas, zoología y botánica de Estados Unidos que cualquier expedición científica.

 

 

Exactamente un siglo después del comienzo de la expedición (1903), el presidente Theodore Roosevelt estableció en Florida el primero de los refugios nacionales de vida silvestre, y el largo camino hacia la preservación y restauración de los recursos naturales estaba por fin en marcha. En la actualidad hay más de 530 refugios nacionales de vida silvestre en Estados Unidos, de los cuales el Refugio Nacional de Vida Silvestre Charles M. Russell en Montana es el más grande de los situados a lo largo de la ruta Lewis y Clark. Hay 20 pastizales nacionales, con más de 16.000 km2, 17 de los cuales se encuentran en el oeste de las Grandes Praderas desde Dakota del Norte y Montana hasta Nuevo México y Texas. Hay también 155 bosques nacionales, que cubren más de 800.000 km2, incluido el Bosque Nacional Lewis y Clark, ubicado entre los ríos Missouri y Yellowstone en Montana. Además, hay 300 reservas indias, que siguen siendo el hogar de miembros de unas 500 tribus; diez de estas reservas se encuentran a lo largo del río Missouri entre Nebraska y Montana, algunas de ellas apoyando a descendientes directos de las personas que Lewis y Clark encontraron por primera vez.

Esto tampoco se cuenta en la película.

 

Más información:

https://lewisandclarkjournals.unl.edu/item/lc.sup.johnsgard.01

https://www.smithsonianmag.com/smart-news/how-reconstruct-lewis-and-clark-journey-follow-mercury-laden-latrine-pits-180956518/

https://worldhistory.us/american-history/sacagawea-biography-shoshoni-native-american-indian-woman-with-lewis-and-clark.php

https://history.howstuffworks.com/historical-figures/lewis-and-clark-pictures.htm